*...Que aquella mujer enamorada fuiste tú. AP


Ardes como pozo en llamas que alguna vez llenaba de vida a tantos pueblos.
Odias cuanto amas y te odias y te amas por hermosa yerba viva contra el sol.
Existió alguna vez una nube sobre el cielo, creíste firmemente que te verías crecer junto a tu pozo y tus hermanas que alumbraban el anochecer.
Pregúntate de nuevo qué ha vuelto mal
¿Qué la vida no importa así?
¿Acaso no eres pozo? ¿acaso tus raíces no siguen bajo la sal?

Hierve, enana, en veneno. Arde en llamas, en odios y sola;
pero que no digan que no fuiste, que no pudiste vencer.

siamo