Paradoja del coraje

Claro que un día nos ibamos a hacer de boca grande.
Nuestros colmillos parecen de mentira, nuestras manos tan pequeñas.
He devorado ya todas mis uñas, si no muerdo más es porque pierdo sangre y perder sangre no es la intención. Porque la vida me la he dado y no me la pienso quitar, lo que más poseo, lo que quiero dar.
Sabías que el momento llegaría, te voy a morder.

Bestias bellas y atrevidas. Bestia que adora la noche, que es parte del miedo detrás del telón
¿qué más puedes pedir? no hay más.
Límite quedaste atrás, pisoteado y olvidado, como quien no lo merece. Pero en este mundo no hay justicia, sobre la consecuencia imposible ni Dios puede seguir adelante.

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