Recuerdo aún la noche anterior, llovió desde la puesta de sol hasta la mañana siguiente,
dejando ese aroma a milagro que no me devuelve nada más que a una pausa en el tiempo.
En aquellos días, llovía casi por todo el país. Qué hermoso, qué dulce manera de coincidir.
Volvió temprano de sus quehaceres, apenas daban las siete y retiradas las nubes de la noche pasada,el cielo bañó de un azul brillante la oscura colonia de su apartamento.
Tomó conciencia por un momento de su respirar y dejo de hacerlo, por unos segundos. Y en esos segundos detuvo por su mente descubriendo un vacío fresco. Fue entonces que el aroma rayano a fobia lo desesperó, dejó la taza de café sobre la mesa central y salió, desnudo en cuestión de pendientes, para caminar.
Él rompió esa página de su vida para dejarla esa noche.
Se dejó caer sobre el pasto todavía mojado, hurgó en su cabello con las manos hasta hacer nudos, suspiró.
tanto sube el nivel.. el mar se derrama ahogándome.. ahogándome, sólo hay arena
Retrataba perfectamente aquella melodía, aquel grito desesperado...
Las leyes salvajes... empañan mi huída...
Él no podía, no podía deshacerse del ente que deambulaba dentro de él, de la duda dentro de ese profundo agujero en su izquierdo.
Pero si supieras dónde está no podrías vivir.
La memoria inexistente aún, le volvió un necesitado de la imaginación para cubrir su ausencia, le extrañaba profundamente, renunciaba a la cordura para oler un perfume todavía desconocido.

-Abre los ojos, aquí estoy - mientras reía - hey...

Sonrió suavemente relacionando el paso del viento con una caricia tan familiar... - pero no, no los... - el mismo viento sacudió y de las hojas cayó una gota - abras... - lágrima consecuencia.

1 comentario:

  1. Sopla el viento pero no lo siento por estar debajo de la tierra.

    -L.

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